Menos fatiga

Para guiarse en sus movimientos, el masajista ha de ser cuidadoso en su tarea, incluyendo la observación de los hábitos de quien acude a consulta. 

Muchas veces, las personas se dan cuenta del mal estado de su cuerpo mediante un motivo, generalmente señalan que fue “un mal movimiento”; sin embargo, esto suele ser la gota que derrama el vaso. Es importante tener en cuenta todas las gotas previas que lo llenaron. Por ejemplo: cuando se tiene un hombro o cadera desequilibrados, se consolida una mala pauta corporal. Sin embargo, existen prácticas para incentivar la mejoría. 

Te recomendamos que si sientes que has perdido la buena forma, te des masajes e incorpores mejores respiraciones, estiramientos y ejercicios de fortalecimiento como los que ofrece la práctica del Yoga. Estas actividades contribuirán a que tengas menos fatiga y a que alcances un mejor descanso.

Nunca es demasiado tarde para adueñarnos de nuestros hábitos y cuerpo.

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