Masajes y Artritis


Nuestras articulaciones son muy complejas, y el estado en el que se encuentran en las diferentes etapas de nuestra vida en gran parte depende de nosotros mismos, influyen mucho en ello nuestros hábitos: mentales, alimenticios, deportivos, de descanso, posturales y la atención que les demos, por ejemplo, si recibimos o no masajes. 

Una alteración muy común que pueden sufrir nuestras articulaciones es la artritis, que es la inflamación producida por su desgaste que provoca dolor y rigidez.

Al igual que el resto de las enfermedades, la artritis está relacionada con factores psicológicos. Los masajes además de beneficiar a nuestro cuerpo directamente, nos ayudan a sentirnos mejor mentalmente, por lo que resultan muy positivos. 

Al masajear una persona con artritis no es recomendable masajear directa ni fuertemente la parte inflamada. Sin embargo, las zonas de alrededor agradecen las maniobras de drenaje y calentamiento, ya que la artritis favorece el enfriamiento de la articulación, y esto le dificulta el movimiento. 

Al dirigir el masaje a los músculos que rodean la inflamación, el paciente se verá beneficiado. Recordemos: en el cuerpo humano, y en la vida misma, todo está relacionado.

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Fuente de información: Gran Libro del Masaje. Autor: Stewart Mitchell. Servilibro Ediciones. Madrid. 2013.

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